lunes, 10 de agosto de 2015

[TRADUCCIÓN] El vino regino y su difusión (de Felice Delfino)

Bienvenidos un día más a una nueva entrada de Las huellas perdidas de Odiseo que creemos interesante pues invitamos a un autor que ya ha visitado con anterioridad nuestro humilde espacio digital. Nos referimos a Felice Delfino, un joven profesor calabrés que en el pasado ya nos había hablado de un tema muy sugestivo relativo a los judíos en el estrecho de Mesina (Judíos estrecho de Mesina). Hoy nos alegramos de traducir otro de sus artículos pero éste relativo a una temática muy diferente, el autor nos explicará la importancia del vino de Regio de Calabria y su difusión. Para ello y gracias a su inestimable ayuda viajaremos a lo largo de la Historia desde la Antigüedad clásica hasta nuestros más inmediatos días con el vino como auténtico protagonista del relato.

EL VINO REGINO Y SU DIFUSIÓN
Autor: Felice Delfino
(Traducción y anexos: Sergio Delgado)


In Vino veritas” el antiguo dicho romano, todavía hoy bien conocido y difundido en el lenguaje común. Ciertamente es muy sabido cómo los efectos embriagantes del vino actúan sobre el sistema nervioso, desinhibiéndolo, induciendo a aquellos que están ebrios a ser vulnerables, a decir eso que en estado de consciencia no habrían tenido nunca el coraje de decir y a perder el control de sí, alcanzando también a veces a realizar gestos inusitados. De otra parte Homero recuerda el “…vino loco que suele impulsar también al hombre muy sabio a entonar una canción y a reír de gusto, y le manda arriba a danzar, y deja escapar algunas palabras que era mejor callar”. Píndaro apostrofaba que “el vino eleva el ánima y los pensamientos, y las inquietudes se alejan del corazón del hombre”.  Tenía puramente razón: hay quién bebe sólo para olvidar y para aligerarse de la carga de los problemas cotidianos, pero hay también quien lo hace en compañía de los amigos. Beber vino es sobre todo un momento agregativo y muy participativo, ha alegrado, pero alegra todavía hoy las mesas de cada casa. Un papel importante lo ha desempeñado en ocasión de los banquetes, donde el placer del beber era ligado a la cultura, un matrimonio particularmente interesante: el simposiarca escogía una temática a tratar y cada uno de los convidados exponía su punto de vista. El simposio de Platón es un significativo ejemplo: el argumento central en torno al cual rota el debate narrado de la obra es el Eros (amor carnal, pasional) sentimiento bien diferente de la filia (el amor amistoso) enunciado en el Fedro.

Banquete de Platón por Feuerbach

El banquete del que habla Platón en el Simposio, está organizado en casa del poeta Agatón, el cual quiere festejar el éxito que ha obtenido en el concurso trágico de las Leneas o de las Grandes Dionisias del 416 a.C. invitando para la ocasión algunos de sus queridísimos amigos: el discípulo Aristodemo, el retórico Fedro, el amante Pausanias, el médico Erisimaco, el comediógrafo Aristófanes y el sabio filósofo Sócrates. Cada uno hace verter su propio discurso hacia aquello que está más especializado. Habían ya comido y bebido mucho; quién sabe cuál fue el vino consumido, aquello no es posible afirmarlo dado que Platón no lo especifica. Ciertamente se debía tratar de un buen vino, dada la ocasión especial que había iniciado aquel simposio ¿Y si aquel vino hubiese sido el regino?


Anexo I. El banquete (Platón)

Cuando hablamos de El banquete posiblemente nos estamos refiriendo a la obra más conocida de Platón, con permiso quizá de su otro tratado La república. Platón es uno de los filósofos más preeminentes de la Historia de la humanidad y del pensamiento occidental, bien es sabida por ejemplo su influencia más inmediata y notoria en su también célebre discípulo Aristóteles. En cuanto a este escrito podemos reseñar que la acción del relato se desarrolla en un clásico banquete -de ahí el título de la obra- y en la que intervienen famosos protagonistas del tiempo cuyo caso más destacado es el del propio maestro de Platón: su admirado Sócrates. El tema central del libro es la discusión sobre el amor que mantienen los personajes, las divergentes visiones que de este fenómeno poseen cada uno de ellos. Un ensayo que creemos de recomendable lectura tanto por su temática, como por otros aspectos, ya sea su resonancia posterior o el reducido tamaño del opúsculo.




Obviamente, es improbable que así fuese, pero aunque si parece absurdo, no es completamente imposible, en cuanto como veremos más adelante, era un vino que en el mundo clásico tenía una importancia internacional. En el mundo antiguo el consumo de vino era frecuente para los más pero también entre los menos acomodados y su producción se realizaba con meticuloso cuidado y con sabio arte, en cuanto era destinada también a los paladares más refinados y exigentes. Sobre todo el hedonista que hacía del placer un verdadero y propio estilo de vida, no se contentaba con vinos cualquiera, buscaba los más exquisitos para disipar su glotonería, por lo que optaba o por productos de mayor nivel cualitativo, vendidos en el interior de los grandes circuitos comerciales de la época, o bien optaba voluntario al consumo de la ambrosía, el vino mezclado con miel, una bebida buscadísima y no común dada la expresión atribuible de “néctar de los dioses”.



Hesiodo
Hesiodo en Las obras y los días (s. VIII a.C.) recuerda como en sus tiempos el cultivo de la vid y el comercio del vino fuese difundido un poco en toda Europa, Italia y España incluidas. El poeta habla de las vasijas de terracota, los pithoi, del tiempo de la vendimia (octubre) y del proceso de pisado, de fermentación de la uva, de conservación de los vinos, por lo general vinos resinados en cuyas vasijas venían enterrados una vez revestidos de brea y resina. Al final, el vino era filtrado y transvasado en ánforas variantes de forma según la polis, y representaban a veces escenas de vendimia, otras de banquetes. En la Antigua Grecia era renombrado el vino de la Frigia (consumido por los troyanos) y de la Isla de Lesbos, tierra natal de la grande poetisa del amor Safo. Los antiguos romanos hacían referencia también a los vinos producidos en la península ibérica, en efecto, en la zona de Marcà han llegado  antiguas tinajas romanas. Sabemos que de la ciudad catalana de Tarraco (llamada también Tarragona) el vino español del tiempo viene exportado a Roma o a otras zonas del Imperio, aquello es significativo de su prestigio. Priorat así se recuerda una de las más antiguas denominaciones vinícolas españolas, mientras el Doc Priorato era la vasta porción territorial de 1500 hectáreas, en el nordeste de España (localidades catalanas) en inmediata vecindad de la provincia de Tarragona, controlada por el Monasterio de Scala Dei, fundado en el XII d. C. por los monjes cartujos. 


Anexo II. Las obras y los días (Hesiodo)

Musas de la Pieria que con vuestros cantos prodigáis la gloria, venid aquí,, invocad a Zeus y celebrad con himnos a vuestro padre...” Así son las palabras que dan comienzo a otra de las obras más destacadas de la Grecia clásica. Cuando tratamos de Hesiodo debemos de tener en cuenta su importancia para el conocimiento de la mitología griega, siendo La teogonía y Las obras y los días sus trabajos más sobresalientes. De contenido muy heterogéneo nos podemos topar desde la descripción de las labores del agricultor para mejorar sus cultivos hasta otros asuntos como consejos para la administración familiar o sobre la conducta religiosa. Relevantes mitos como el de Prometeo o Pandora también son abordados a lo largo de sus páginas. En definitiva, creemos indispensable la lectura de estas obras para el interesado en los mitos griegos clásicos y para aquellos que deseen un estudio de los mismos sin acudir a las fuentes originales podemos recomendar el trabajo de Robert Greaves (El célebre autor de Yo Claudio) titulado Los mitos griegos.



Cartuja Scala Dei
El clima seco e influenciado por la brisa marítima dada la cercanía con el mar Mediterráneo, asociado al terreno volcánico creó las condiciones favorables para realizar los óptimos vinos de fuertes graduaciones alcohólicas que habían obtenido el ápice de su fama entre el XVIII y el XIX d.C. Después un breve periodo de decadencia, esta área vinícola resurge en los años noventa del siglo pasado, gracias a viticultores conscientes del opulento potencial a disposición. Éstos han reactivado, usando las modernas tecnologías, el trabajo de los viñedos, cultivando las uvas de las bayas negras: Cariñera; Garnacha; en la variedad “Tinta”, “Peluda” y también “Blanca” para obtener sobre todo vinos dulces y licorosos; Cabernet Saugvinon una variedad de uva francés, la más renombrada del mundo, que aunque extranjera, se ha adaptado bien en España; la uva Merlot y Syrah que confiere un característico sabor afrutado y portadora de sensaciones balsámicas y especiadas. En el País Vasco tenemos en cambio el Txakoli, un vino blanco seco afrutado, producido todavía en Bakio (Bizkaia) y Guetaria (Guipuzkoa). También otros antiguos vinos provenientes del África septentrional o de otras zonas del mundo enriquecen este ya corpulento cuadro.


Anexo III. Scala Dei

Juan Álvarez de Mendizabal
Cuando mencionamos Scala Dei es inevitable pensar en el monasterio Cartujo que se estableció en la comarca de Priorato (Provincia de Tarragona). Sus raíces son antiquísimas y podemos localizar la fundación en el siglo XII gracias a la actuación de Alfonso II El casto. El monasterio sobrevivió tanto nuestra convulsa Edad Media como la no menos interesante Edad Moderna hasta que un hombre rubricó su condena a muerte. Aludimos a Juan Álvarez de Mendizabal (1790-1853) y a la más recordada desamortización española. A partir de este momento la decadencia del complejo arquitectónico se aceleró con una fuerza inusitada y hoy en día podemos visitar unas interesantes ruinas, la sombra de lo que un día fue. La cartuja fue protagonista en el desarrollo del cultivo de la vid, siendo el vino de Priorato en la actualidad un caldo favorecido bajo una denominación de origen española. Un excelente producto procedente de Tarragona que os invitamos a probar.


En Italia los etruscos diseminan muchas vides introduciendo la práctica de cultivación de la vid maridada: la vid se estrecha a un árbol, aquello hace rápido venir en mente al regino, el oráculo de Delfos, consultado por los griegos calcidios en el s. VIII a.C., antes de fundar Rhegion: de hecho, se profetizaba que un macho (un higo) se unía a una hembra (vid) y allí era el lugar de la fundación. Otras vides y relativas tipologías de cultivación son introducidas primero por los griegos y después por los romanos. Plinio el viejo en su Historia Natural sostiene que en sus tiempos existían 195 variedades de vinos, y sólo la mitad eran producidos en Italia. Un largo elenco puede ser extendido, aproximadamente los vinos más prestigiosos, que no cito todos por motivos de ocasión y consumados del pasado en los que incluimos tres vinos del territorio itálico que podemos tranquilamente etiquetar como “príncipes” son: Sorrentino, Priverno y el Regino. Este último ha sido elogiado nada menos que por el historiador Ateneo de Naucratis en su obra, colocada en el siglo II a. C., “Los sofistas a banquete” ¿Cuáles son las motivaciones que empujaron a este historiador a elogiar un producto típicamente peculiar y característico de nuestra tierra?

Anexo IV. Ateneo de Náucrates

Ateneo de Náucrates fue un filósofo griego del siglo III d. C que es recordado sobre todo por la más notoria de sus obras: El banquete de los eruditos. A lo largo de sus páginas somos participes de un banquete en el que diversos personajes abordan una variada tipología temática: desde la vida cotidiana y las costumbres, hasta otras materias de mayor enjundia como el Derecho o la Historia. Aunque en la actualidad se conservan 15 libros, puede que este volumen alcanzase una mayor extensión que por desgracia no ha llegado a nuestros días. Hemos de subrayar que recientemente se ha publicado una excelente traducción realizada por Lucía Rodríguez-Noriega Guillén que en 1999 fue galardonada con el Premio Nacional de Traducción otorgado por el Ministerio de Cultura de España
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Las razones son evidentemente buscadas en primer lugar en sus cualidades dulzonas y licorosas, era un vino, hoy diríamos, para el postre así como actualmente lo son el Moscato y el Passito producido en Pantelleria. Otras características son  identificables en el carácter y en su longevidad, teniendo una gran capacidad de conservación (quince años) garantizada por la pez aspromontana con  que venía tachonada el interior de las ánforas vinarias. Un ulterior elemento que eleva todavía más el nivel del vino regino, consiste en el hecho de que han sido realizados en los adecuados recipientes para contener el vino producido en Regio y en localidades limítrofes, o sea particulares tipologías de ánforas conocidas en época romana y en los inicios de aquella bizantina, denominado por los encargados en las excavaciones como KEAY LII y producidos en los hornos locales. El testimonio arqueológico se convierte así en una valida ayuda en demostrar el carácter cosmopolita del vino regino, partiendo del presupuesto que los fragmentos de KEAY LII han emergido de las campañas de excavación de varios sitios occidentales y orientales, teniendo una significativa distancia geográfica, el uno del otro: de Lazzaro al norte de África, de España a las islas británicas.

KEAY LII

La producción del vino regino y de estas características ánforas es atribuible también al mundo hebraico. El indicio indiscutible que hace tender hacia esta afirmación, consiste en el timbre con el sello de la Menorah (el candelabro de siete brazos símbolo del hebraísmo) marcado en las manillas. La intuición inmediata y muy simple es que todo sea partido de la producción hebraica de vino Kasher, por obra de hebreos observantes que prestaban personal atención en la cultivación de la vid y en la elaboración de la uva  aun antes de iniciar el proceso de realización de un vino “apto” que no contradijese las rígidas disposiciones alimentarias del kasherut. Podía ser consumido en la vida doméstica, en las liturgias o aun vendido en los mercados, revelándose, en ese sentido, un grande éxito en los negocios. Naturalmente, el vino regino que era producido y vendido también por los mercaderes cristianos ha dado, desde la antigüedad al post-medievo, vanagloria y lustro a las ciudades en orilla al Estrecho que cambia progresivamente de nombre (“Ρήγιον" en edad griega; en neogriego "Ρήγιο"; "Rhegium" en época romana: con los sarracenos se convierte en “Rivah”; recordada también en francés medieval como “Risa”; “Rijoles”, en castellano (español) medieval y renacentista como recuerdan la “Primera Crónica General” (llamada también “Estoria de España”) – texto redactado a iniciativa del rey de Castilla y León Alfonso X el Sabio (1252-1284), pero también en “Los treinta libros de la monarquía eclesiástica” obra del siglo XVI de Juan de Pineda; mientras en español moderno es simple “Regio de Calabria”). Pero no pierde la importancia comercial, la cual, sólo después los Borbones, inicia a resquebrajar hasta ceder completamente después de la Unidad de Italia (1861) que empobreció en modo drástico el sur de Italia. La venta del vino producido en Regio continúa a perdurar también en edad española, cuando los contactos económicos España-Sur de Italia se intensificaron. 




Hoy Italia es el segundo productor del mundo con 44,4 millones de hectolitros producidos y ha registrado una significativa y positiva facturación de 14,6 millardos de euros. Utilizando y readaptando en un contexto diferente la expresión de Gabriel D’Annunzio la nuestra, en ámbito enológico, es una “victoria mutilada”, disfrutamos a mitad dado que somos también el farolillo rojo en las ventas online. Como quiera que sea, observando el vaso medio lleno y no medio vacío (analogía mejor que esta no podía hacer visto de lo que estamos hablando), también Calabria sonríe constatado el éxito del año en curso (2015) de seis etiquetas que en los últimos años tienen alto el nombre de la región en campo internacional: el passito (vino generoso en pasas) Collimarini 2013 de la empresa Poderi Marini de San Demetrio Corone; el Moscato Passito de Saracena 2013 de la Cantina Viola de Saracena; el rojo Magno Megonio 2012 de las Cantinas Librandi di Cirò Marina; el Cirò tinto Clásico superior “Aris” 2011 de la Cantina Arcuri de Cirò Marina; el rojo Magliocco 2010 de la Cantina Lento de Lamezia Terme y el passito Mantonico 2010 de la Cantina Ceratti de Bianco. A enriquecer este esplendido marco triunfal añadimos también el rojo Aris 2011 procedente directamente de la Cantina de Sergio Arcuri de Cirò Marina, ha entrado en la rosa de los 25 vinos a cuyo Ais ha atribuido el premio especial Tastevin. Por desgracia, en esta especial clasificación en la que descuellan excelencias conocidas por los más expertos sommelier y entendidos, además de aquel de Bianco, no figuran, ¡ay, de mí!, otros vinos de la Provincia regina. 


Anexo V. Vinitaly

Por último, me gustaría dar noticia de una feria del vino realizada en Verona el pasado mes de abril (13-16) y en donde se dieron cita los más destacados productores de vino del país.  A juicio de la propia organización Vinitaly “è la manifestazione che più d'ogni altra ha scandito l'evoluzione del sistema vitivinicolo nazionale ed internazionale, contribuendo a fare del vino una delle più coinvolgenti e dinamiche realtà del settore primario” (Página web Vinitaly, en inglés e italiano). Esta reunión supuso el 50º evento de estas características realizado por Vinitaly y he querido recordarla por su resonancia mediática y por los lazos tanto sentimentales como laborales que me unen a esta esplendida ciudad (Verona I, Verona II, Verona III). Una urbe que, sin duda, os invito a visitar: no os decepcionará.

Un stand de Vinitaly




Por consiguiente, me permito de elevar en la mano derecha  una copa rebosante de vino haciendo  un caluroso brindis a los lectores del presente artículo, deseando todo bien, con la esperanza que el vino regino pueda volver y, por qué no, superar el nivel de sus antiguos fastos. Acompaño la frase de buenos augurios con un sabio consejo: dada la brevedad de la existencia humana, esforcémonos a vivirla en el mejor modo posible, sin privarla de los placeres, pero evitando los excesos y manteniendo un justo y correcto equilibrio. Recordaba justamente Benjamin Franklin: “No se puede vivir bien donde no se bebe bien. El vino vuelve más fácil la vida todos los días, menos acelerada, con menos tensiones y más tolerancia. Pide consejo al vino, pero después quítate toda duda con el agua”. Si nos abandonamos al placer moderado del beber, no nos contentemos con vinos cualquiera: “La vida es demasiado breve para beber vinos mediocres(Johann Wolfgang von Goethe). ¡¡Salud!!





Esto es todo por hoy, muchas gracias por ser participe un día más en Las huellas perdidas de Odiseo.

Un abrazo.

Sergio D.S.

P.D: Aquí os dejo enlaces en donde podéis adquirir vinos calabreses: