lunes, 9 de junio de 2014

ITALIA.Verona. Ciudad y espectáculo (III)

Aquí estamos de nuevo para ofrecer más detalles curiosos de una ciudad, que como hemos venido explicando, brinda  un amplio abanico de múltiples posibilidades para el ocio. Como sin duda ya sabéis Verona está posicionada en la parte norte de Italia y es una especie de puerta introductoria hacia toda la península que disfruta plenamente de las características propias de la cultura italiana. Asunto en su conjunto un tanto controvertido ya que estamos hablando de una nación relativamente joven- alumbrada en la segunda mitad del siglo XIX- por lo que todavía existen problemas en la armonía e integración de sus diversas regiones y, asimismo, en el consenso sobre esos mismos caracteres comunes. Precisamente será sobre el tema de la construcción nacional italiana- il Risorgimento- de lo que vamos a tratar hoy, auxiliados en cierta manera con los monumentos a los protagonistas de este fenómeno que permanecen diseminados dentro de la urbe. Obras artísticas con claro valor político que de alguna manera intentan potenciar la identidad compartida y el sentimiento de pertenencia a una misma, única e indivisible nación. Normalmente los intelectuales aluden a múltiples instrumentos utilizados para reforzar el sentimiento grupal en la sociedad: efigies a héroes o padres de la patria, himnos, banderas, fiesta nacionales...éstos serían sólo una muestra de tales medios.

Ayuntamiento de Verona en la Piazza Bra
Bandera de verona







Mapa de Italia (1859-1870)
Il Risorgimento es el nombre con el que se denomina el proceso mediante el cual se logra el ensamblaje de la nación italiana. Debemos de tener en cuenta que tras la caída del Imperio Romano la península itálica había estado siempre fragmentada en diversas, cambiantes y multiformes estructuras políticas. Habría que esperar al siglo XIX con la eclosión de los nacionalismos para que el proyecto nacional fuese contemplado como una realidad posible, palpable e incluso deseable. Fenómeno jalonado por avances y retrocesos en pos a una integración que todavía hoy queda contestada por algunos actores políticos menores. En este mapa podemos contemplar el relativamente rápido procedimiento de agregación de territorios al reino de Cérdeña, base que sustentó el edificio político en vías de creación.



Meditazione. L'Italia del 1848 (Hayez)




Óleo que refleja una representación alegórica de la situación de Italia tras la Revolución de 1848.








El conde de Cavour (1810-1861) será el primer personaje cuya semblanza vamos a esbozar delineando únicamente sus contornos más superficiales. Político moderado al servicio del rey del Piamonte fue uno de los máximos artífices de la unificación. Hombre celosamente instruido, empresario audaz y terrateniente interesado en la innovación agrícola ejerció como un hábil primer ministro al servicio de la Corona piamontesa. Destaca frente al resto por su maestría en la estrategia diplomática, un paradigma personificado e ilustrado de la ‘Realpolitik’.
 
Estatua de Cavour en Verona
Cavour

Víctor Manuel II (1820-1878), monarca de Piamonte, un reino colindante con Suiza y Francia que sirvió de plataforma para alcanzar la ansiada unidad. En el trono desde la abdicación de su padre tras la desastrosa derrota piamontesa en Novara ante las fuerzas austriacas. Monarca constitucional que tuvo el acierto de confiar en Cavour y poseedor de un instinto para el aprovechamiento de aquellos acontecimientos que beneficiaban al surgimiento de Italia como nación bajo su  Corona.

Victor Manuel II en Verona
Victor Manuel II
Como tercera figura prominente seleccionamos al polémico, original e indubitablemente valeroso Garibaldi (1807-1882). De alguna manera contrasta frontalmente y equilibra a individuos de neto carácter conservador como Cavour o Victor Manuel II. Máximo representante del elemento popular, sus decisivas actuaciones militares cimentaron el camino de la ansiada unidad territorial. Líder carismático de los camisas rojas, atuendo que sus combatientes portaron en la célebre expedición de los mil en Sicilia, operación vital para la unificación. Existen hombres que son capaces de forjarse vidas especiales y dignas de contemplación, simplemente diremos que Garibaldi ha sido uno de ellos.

Monumento a Garibaldi en Verona
Garibaldi



Pese a lo dicho, la unidad todavía mantiene ciertas fisuras a día de hoy. La dualidad entre el norte y el sur del país crea serias tensiones en la vida política italiana. Quizá el referente más claro de este fenómeno sea la existencia de un partido político que aboga por la independencia de un parte norte de Italia, nos referimos claro está a la Liga Nord. Agrupación fundada en 1991 por Umberto Bossi, defiende posiciones ideológicas tradicionalmente adscritas a la derecha y tiene claros anhelos segregacionistas. La tierra mítica y fantástica a liberar en este caso se llama Padania, que viene a ser- más o menos- el valle del Po. Actualmente el alcalde de Verona, Flavio Tosi, pertenece a esta agrupación ¿Mi opinión sobre ellos? Personas mediocres con una visión de corto alcance, hecho que resulta bastante común en este tipo de agrupaciones. Los italianos son y merecen más. Un bello país abierto al exterior con una gran cultura y tradición claramente inigualable difícilmente se puede ver reflejado en el colectivo que estamos tratando.

Folleto que me encontré en el suelo tras pisarlo
Umberto Bossi




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