martes, 18 de abril de 2017

Las oportunidades de China

Bienvenidos un día más a Las huellas perdidas de Odiseo, un blog de cultura y educación centrado últimamente en China. Hoy os facilito un enlace de mi nuevo artículo para el periódico Te Interesa en donde hablo sobre las nuevas oportunidades que brinda China.

"¿Podemos beneficiarnos los españoles de este fenómeno aperturista chino? Mi respuesta es clara y rotunda: sí. Para ello debemos avivar nuestro espíritu emprendedor y de aventura, algo que nunca nos ha faltado y así lo hemos demostrado a lo largo de la historia. En primer lugar nuestra lengua es una de las más habladas del mundo, manteniendo una importancia cultural, económica y diplomática de primer orden. Sirva como mera muestra la posición privilegiada en la que nos situamos como puente de unión entre la Unión Europea y Sudamérica. Una América Latina que atesora una gran relevancia geoestratégica para unas multinacionales chinas que con denuedo se expanden por dicho continente. Como corolario, no es de extrañar que el aprendizaje de español en China se haya favorecido de un incremento cuantitativo muy significativo en todos los niveles (secundaria, universidad…) y que el número de jóvenes chinos cuyos estudios se realizan en España sea diez veces mayor que hace una década". (Pulsa aquí para leer todo el artículo)

Artículo completo: 

En los últimos años las noticias referentes a China se han multiplicado exponencialmente gracias tanto al espectacular progreso económico del que se ha beneficiado, como a su conversión en una gran potencia mundial capaz de cuestionar la actual hegemonía de Estados Unidos en el plano internacional. La pujanza y modernización de la economía de esta nación les permite una posición más decidida en las relaciones con otros países de su entorno más inmediato, la pugna por los recursos naturales del mar del Sur de China es un ejemplo. El salto hacia delante de esta antigua civilización ya se ha producido, es una realidad que los occidentales debemos reconocer e incluso aceptar sin miedo puesto que podemos favorecernos de dicha circunstancia. Con ánimo de proporcionar cierta luz ante unas perspectivas aparentemente sombrías creo que también sería productivo llamar la atención al fenómeno de apertura, diálogo y colaboración fomentado en este país desde el pasado más reciente.


El gobierno chino lleva un tiempo intentando reforzar una imagen de cooperación que disipe los eventuales temores hacia un hipotético liderazgo mundial de este gigante asiático. Asimismo, esta distensión se debe a factores internos como son el aumento considerable de los recursos económicos, la mejor calidad de vida y un superior nivel educativo de sus propios ciudadanos. Por otro lado, las innovaciones tecnológicas en los medios de difusión de información, comunicación, transporte, etc. han propulsado el intercambio de ideas, galvanizando paralelamente la producción cultural y artística del país. Lejos queda la desastrosa Revolución cultural, ahora nos topamos ante una sociedad moderna con un notable poder adquisitivo y que demanda una amplia gama de productos para el consumo.


¿Podemos beneficiarnos los españoles de este fenómeno aperturista chino? Mi respuesta es clara y rotunda: sí. Para ello debemos avivar nuestro espíritu emprendedor y de aventura, algo que nunca nos ha faltado y así lo hemos demostrado a lo largo de la historia. En primer lugar nuestra lengua es una de las más habladas del mundo, manteniendo una importancia cultural, económica y diplomática de primer orden. Sirva como mera muestra la posición privilegiada en la que nos situamos como puente de unión entre la Unión Europea y Sudamérica. Una América Latina que atesora una gran relevancia geoestratégica para unas multinacionales chinas que con denuedo se expanden por dicho continente. Como corolario, no es de extrañar que el aprendizaje de español en China se haya favorecido de un incremento cuantitativo muy significativo en todos los niveles (secundaria, universidad…) y que el número de jóvenes chinos cuyos estudios se realizan en España sea diez veces mayor que hace una década.


Y precisamente en nuestra lengua fue como me comuniqué días atrás con el embajador argentino en Pekín mientras visitaba el centro dónde trabajo. Nuestro tema de conversación, el motivo de su llegada y otra de nuestras posibilidades de inversión coinciden en una misma actividad, el fútbol. El interés que suscita tal deporte en este pueblo oriental también está en pleno crecimiento, como así lo evidencia el progreso de la Superliga. No obstante, aquí no acaban las posibilidades: moda, turismo, sector alimentario, producción cultural…todo un piélago de oportunidades de inversión para un mercado inmenso en una economía que ya es la segunda del mundo.


Para finalizar, recordamos la existencia de una serie de fenómenos que hacen de la globalización una realidad inevitable como son las revoluciones de los transportes y comunicaciones, el advenimiento de una nueva era digital, la emergencia de otras potencias (China, India…), etc. Frente a este escenario caben actitudes ciertamente opuestas, desde construir muros o intentar separar territorios íntimamente unidos durante centurias, hasta aquella inteligente donde se buscan nuevas vías de encuentro que favorezcan el avance de todos. En este último sentido cabe destacar el ambicioso proyecto de la nueva ruta de la seda. Un plan ideado, nutrido y abanderado por una China que este mayo se exhibe como anfitriona de una cumbre sobre dicho propósito a la cual asistirán más de veinte jefes de estado. Una reunión que por sí sola ya constituye un cuento chino para otro día.



Muchas gracias por vuestra atención.

Un abrazo,

Sergio Delgado

En un parque de Pekín con otros profesores

miércoles, 5 de abril de 2017

La educación en China

Bienvenidos un día más a Las Huellas perdidas de Odiseo. Aquí os dejo el enlace a un artículo sobre el sistema educativo chino escrito para el periódico Te Interesa.

"La educación asiática normalmente suele ser conocida en Occidente por sus buenos resultados obtenidos en los distintos índices internacionales educativos, siendo quizá el informe PISA el más distinguido en nuestro país y cuyas conclusiones son aquellas con una mayor repercusión desde un nivel mediático. Los alumnos orientales han sido siempre célebres por su capacidad de trabajo, concentración, excelencia, etc., cualidades que he sido capaz de comprobar de primera mano gracias a mi posición como profesor en un muy buen colegio internacional. Si bien hasta ahora sólo había desarrollado la docencia en distintas universidades de España e Italia, la actitud que advierto en mis estudiantes de Pekín es claramente diferente a aquello a lo que estaba acostumbrado. Y he de confesar que hasta ahora, gana China ...". (Pulsa aquí para leer más)

El artículo completo:

La educación asiática normalmente suele ser conocida en Occidente por sus buenos resultados obtenidos en los distintos índices internacionales educativos, siendo quizá el informe PISA el más distinguido en nuestro país y cuyas conclusiones son aquellas con una mayor repercusión desde un nivel mediático. Los alumnos orientales han sido siempre célebres por su capacidad de trabajo, concentración, excelencia, etc., cualidades que he sido capaz de comprobar de primera mano gracias a mi posición como profesor en un muy buen colegio internacional. Si bien hasta ahora sólo había desarrollado la docencia en distintas universidades de España e Italia, la actitud que advierto en mis estudiantes de Pekín es claramente diferente a aquello a lo que estaba acostumbrado. Y he de confesar que hasta ahora, gana China.


Novedades que se repiten en otros aspectos ligados a su sistema pedagógico y que enseguida enfatizan una de las destacadas virtudes del pueblo chino: la laboriosidad. Mientras España está entretenida en disquisiciones filosóficas de hondo calado e importantes consecuencias prácticas (creo haber leído algo sobre el controvertido y trascendental periplo de un autobús con polémico mensaje por diferentes ciudades españolas), estos jóvenes comienzan su jornada laboral sobre las siete y media de la mañana. El periodo lectivo finaliza más allá de las nueve de la noche y para entonces han sido capaces de estudiar muy diferentes materias e incluso ejercitarse a través de variadas actividades deportivas. La disciplina, constancia, voluntad y esfuerzo individual desempeñado por mis alumnos contrasta –como decía- de una manera drástica con aquello a lo que siempre he estado habituado. Las ganas de aprender, el respeto al profesor, la exigencia hacia uno mismo, el deseo de no defraudar a las respectivas familias o los amplios recursos económicos dedicados a la docencia, conforman un conjunto de cambios a los cuales me he adaptado con celeridad. Evidentemente no considero positivos todos los aspectos, también soy capaz de al menos citar algunas carencias o puntos débiles que en mi opinión afectan a este modelo. En primer lugar debería señalar una clara preeminencia de lo colectivo frente a lo individual que en ciertos momentos deriva incluso hacia lo castrense (marchas con la bandera nacional incluidas), pasando por una intención mucho más vehemente de fomentar la obediencia a la autoridad, hasta llegar a otras características de menos trascendencia como la mayor timidez de estos estudiantes con respecto a sus homólogos occidentales.


Por su lado, el prestigio y la alta estima que recibe el docente hunden sus raíces en la historia y cultura chinas. Y es que durante la dilatada era imperial este amplio territorio quedaba regido por una elite intelectual que había sido sometida a un riguroso proceso selectivo a través de una serie de duros exámenes. Un éxito en estas pruebas equivalía a la obtención de una posición elevada, tanto desde un punto de vista económico como social. Pese a que este milenario sistema desapareció en 1905 como consecuencia de la presión colonial de las potencias occidentales y Japón, la deferencia sentida hacia las personas con instrucción académica ha permanecido viva dentro de esta sociedad. Una pequeña anécdota sobre este fenómeno quizá sea clarividente al respecto, así me resulta posible indicar cómo los retratos de los diferentes profesores (entre los que me incluyo) presiden los pasillos y diversas zonas comunes de mi centro educativo. Además, bajo la imagen del docente se puede leer una pequeña biografía personal junto con los planes que el aludido desea desarrollar durante su estancia.


Como conclusión, nos situamos ante una organización educativa muy diferente a la ideada en España y en algunas ocasiones con unas concepciones claramente contrapuestas. Sin embargo, no dudo que ciertos elementos podrían ser adaptados y emulados en nuestro país con el ánimo de mejorar nuestros resultados en este ámbito. Un propósito que afecta a la sociedad en pleno, por lo que se hace necesario la participación de toda la ciudadanía en un proyecto común con unos determinados objetivos mínimos compartidos. Aunque siempre nos queda una famosa exhortación como alternativa: ¡Que inventen ellos!



Muchas gracias por vuestra atención.

Un abrazo,

Sergio Delgado

 Podéis ver unas fotos que he sacado este fin de semana en Pekín.