miércoles, 11 de junio de 2025

Una pequeña comparación entre “El Sur” (1953) de Borges y Pedro Páramo (1955) de Juan Rulfo

En las siguientes líneas pergeño un sucinto examen comparado de dos obras que guardan analogías interesantes y muy dignas de mención. En primer lugar, anotamos que ambos trabajos literarios son parte de la producción de dos de los más grandes escritores hispanoamericanos del siglo XX: José Luis Borges y Juan Rulfo. Nos parece fructífero advertir cómo sendos textos son elaborados en fechas cercanas, así también asemeja conveniente señalar su proximidad geográfica regional, Argentina y México respectivamente. No obstante, hemos de decir que estos dos autores pertenecen a dos generaciones diferentes, ya que Borges tenía unos veinte años más que el literato mexicano. En lo concerniente a los relatos, localizamos paralelismos en cuanto a su temática, reducida extensión, contexto cultural, ambigüedad, complejidad, etc. Sin embargo, resultan claras notorias disimilitudes, tanto de técnica narrativa (ej. la fragmentación en Pedro Páramo o la linealidad temporal en “El Sur”), como de otros elementos argumentales o estilísticos. La justificación de estas páginas está fundamentada porque análisis contrastivos entre escritos de estos autores se han hecho con precedencia (Olea, 2018), a lo que se suma la conocida relación que estos dos hombres guardaban (ej. el prólogo de Pedro Páramo firmado por Borges). A continuación, explicitamos las similitudes más significativas para ulteriormente enfatizar aquellas diferencias que más sobresalen. Finalmente, dejaremos constancia de las impresiones generales a las que hemos llegado a través de esta aproximación comparativa.


José Luis Borges (1899-1986)

Debemos indicar que en sendas obras se produce un viaje, son historias de una especie de búsqueda de identidad personal del protagonista, la cual termina trascendiendo a un tipo de reflexión sobre la identidad colectiva (de México y Argentina, según el caso). Los paisajes tradicionales y rurales de estas dos naciones son retratados, en el caso argentino dándose una contraposición entre mundo urbano y aquel menos civilizado o agreste. En el relato de Borges, los orígenes familiares del protagonista consiguen una influencia significativa, mientras que en Pedro Páramo, esa indagación es el motor primero con el que arranca la novela, dado que Juan Preciado da inicio a su búsqueda con el fin de exigir cuentas al padre que no conoce. Ambos periplos atesoran algo de onírico en donde el inconsciente reclama también un papel, con la presencia de cierta atmósfera de ambigüedad, la cual propicia multitud de interrogantes en los personajes y en el lector. Así, en “El Sur” constatamos este pensamiento: "Mañana me despertaré en la estancia, pensaba, y era como si a un tiempo fuera dos hombres: el que avanzaba por el día otoñal y por la geografía de la patria, y el otro, encarcelado en un sanatorio y sujeto a metódicas servidumbres” (Borges, 1953). Por su lado, Juan Preciado da los primeros pasos hacia Comala porque confiesa “comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones” (Rulfo, 2000: 103) y mientras está en la senda hacia el pueblo tenía “los ojos reventados por el sopor del sueño, en la canícula de agosto” (Rulfo, 2000: 104). Asimismo, se produce una cierta confusión entre la fantasía o lo sobrenatural, con la realidad. En el caso del cuento de Borges existe una ambigüedad que permea toda la narración, se desconoce la situación real del protagonista, no sabemos si lo que describe sucede en la realidad o es simplemente fruto de un delirio producido por la enfermedad. Paralelamente, en Pedro Páramo asistimos a un desfile de muertos, muchos de los personajes han fallecido y son unas almas en pena que deambulan por el pueblo mientras explican los abigarrados sucesos que han jalonado sus vidas. Otro elemento a enfatizar es el destino trágico o el deceso del personaje que se enfrenta a una realidad fantástica. Y es que parece que tanto Dahlmann como Juan Preciado mueren durante el desarrollo de la trama, siendo una clausura consecuente con un destino trágico previamente determinado. Existe una visión pesimista de la vida y de la realidad que les rodea, la carencia de sentido resulta una idea motriz en sendas obras. De este modo, la situación en la que se encuentra Dahlmann se explica por un cotidiano accidente fortuito, develando una existencia absurda que ha sido trastocada por completo. Una participación más activa del lector en cuanto al orden de lectura es factible en ambos textos. El carácter fragmentario se muestra evidente en Pedro Páramo, pero también en “El Sur” somos capaces de detectar el empleo de la parataxis, lo que posibilita encontrar explicaciones divergentes a la narración principal (González, 1994: 151). El propio Borges comentaba que “El Sur” “es posible leerlo como directa narración de hechos novelescos y también de otro modo (Mesa, 1996: 152). La violencia es otro de los componentes reiterativos en las narraciones examinadas. Algunos expertos han visto en “El Sur” una denuncia a la violencia americana que sufre Argentina (Saona, 2002: 142), algo parecido puede valorarse con respecto a Pedro Páramo, una obra que orbita en torno a la violencia pergeñada por un personaje sanguinario y sin escrúpulos. Asimismo, esa violencia toma su faceta más cruda en el mundo rural, aquel que todavía no está civilizado por completo y cuyos paisajes son descritos en los dos escritos.


Juan Rulfo (1917-1986)

Con lo que respecta a las disimilitudes, también sentimos apropiado esbozar algunas divergencias principales entre estos dos trabajos literarios. En primer lugar, “El Sur” exhibe una linealidad temporal que está ausente en Pedro Páramo. Una cuestión que siempre se ha subrayado en la obra de Rulfo es su carácter fragmentario y la circularidad temporal en cuanto a la narración de la acción. Desde otra perspectiva, el protagonista de “El Sur” posee un rol protagónico mayor, mientras que en Pedro Páramo, Juan Preciado pierde importancia en relación con su padre. En la obra mexicana, somos testigos de un adelanto del realismo mágico, mientras que el escrito de Borges delata una mayor preocupación filosófica y un esfuerzo metaliterario. En este segundo sentido, somos capaces de comprobar con celeridad ciertos ecos de otras obras de corte gauchesco como Don Segundo Sombra, especialmente en el suceso del duelo (Bordelois, 1981: 26). En este enfrentamiento, el norte más civilizado que viene representado por el bibliotecario Dahlmann camina hacia una muerte segura en un choque con un representante del sur indómito. Hay que añadir que la búsqueda de la identidad personal no se circunscribe en este caso al protagonista de la historia, ya que puede alegarse las coincidencias vitales entre este y el propio Borges, siendo una especie de exploración identitaria de marcado carácter personal (Báez, 2022: 1).


El autor de este blog

En conclusión, pensamos que las analogías entre este par de obras literarias son dignas a tener en cuenta o consideradas con algo de detenimiento, puesto que además se trata de dos textos limítrofes tanto desde una perspectiva espacial como temporal. Me parece que nos emplazamos frente a dos narraciones sugestivas, ya que aunque se parte de una exploración sobre la propia identidad individual, el camino nos lleva a la meditación sobre la identidad colectiva de dos de las principales naciones hispanoamericanas. En otro orden de cosas, estamos en una excelente atalaya para vislumbrar la atmósfera de ambigüedad e incertidumbre de sendas piezas literarias, pero confeccionadas por medio de un estilo y lenguaje muy diferentes. Ambas narraciones obligan al lector a pensar, a leer con atención si desea descifrar el sentido completo de los textos. Resulta sorpresivo que unos relatos tan condensados o sintéticos provoquen una ponderación profunda en todos aquellos que toman una pausa para su lectura. Pienso que aunque estos dos autores no pertenecían a la misma generación, exhiben aspectos en común que merecen ser reseñados, como lo es el tema de la muerte en sus escritos o su prurito de innovación literaria. Una muerte que curiosamente les encontró en el mismo año, elevando 1986 como una efeméride digna de recordar para todos los amantes de la literatura hispanoamericana.




Bibliografía


  • Báez Berríos, A. (2022). “El Sur” de Borges: El desdoblamiento como exploración de la identidad. INTI: Revista de Literatura Hispánica, 95(1), Artículo 39. Brown University.

  • Bordelois, I. (1999). El Sur: la reescritura de Don Segundo Sombra por Borges. CiberLetras: Revista de crítica literaria y de cultura, (1).

  • Borges, J. L. (1953). El sur. Ciudad Seva. Recuperado el 27 de abril de 2025, de https://ciudadseva.com/texto/el-sur/

  • González, J. E. (1994). Entre alegoría y realismo: El problema del estilo en Borges. Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, 20(39), 141–156. Centro de Estudios Literarios "Antonio Cornejo Polar" (CELACP).

  • Mesa Gancedo, D. (1996). Borges / Saura: "El Sur". Variaciones Borges: Revista del Centro de Estudios y Documentación Jorge Luis Borges, (2), 152–176.

  • Olea Franco, R. (2018). Borges y Rulfo: Otro diálogo posible. Nueva Revista de Filología Hispánica, 66(1), 153–181. El Colegio de México, A.C.

  • Rulfo, J. (2000). Pedro Páramo (J. C. González Boixo, Ed.). Madrid: Cátedra.

  • Saona, M. (2002). Borges, "El Sur" y la nación imaginada. INTI: Revista de Literatura Hispánica, (55/56), 139–148.


sábado, 8 de julio de 2023

Un curso más terminado

Aquí dejo la fotografía de la última promoción de graduados de Filología Hispana de la Universidad de Jinggangshan, así como otras imágenes de algunos de mis estudiantes.




Muchas gracias por vuestra atención.

Un abrazo.

Sergio D.


jueves, 2 de febrero de 2023

Tras la pandemia

Aquí sigo tras varios años trabajando en la Universidad de Jingangshan. Recientemente, he tenido el placer de participar en varios reportajes, entre ellos uno para la cadena CGTN (para su canal en inglés y también he disfrutado del privilegio de aparecer en el otro creado específicamente en español).


https://news.cgtn.com/news/2023-01-28/VHJhbnNjcmlwdDcwMzMw/index.html

https://espanol.cgtn.com/news/2023-02-01/1620591485635350530/index.html

A continuación, unas pocas fotos:

El Departamento de Español

Cantando en la universidad

La primera promoción de filólogos hispánicos de esta universidad

Muchas gracias por su atención.


Un fuerte abrazo.


Sergio Delgado Sotelo


viernes, 30 de marzo de 2018

Xinjiang. Terrorismo islámico y separatismo en China


Bienvenidos una vez más a Las huellas perdidas de Odiseo en dónde seréis capaces de leer una nueva entrada sobre China. En esta ocasión facilito un enlace a mi artículo para el periódico digital Te Interesa referente a Xinjiang y el terrorismo islámico en China. Ahora podéis leer un extracto:

La coyuntura resultante tras los brutales ataques desencadenados el 11-S ha permitido al gobierno comunista chino establecer un cerco más grande y denso a todas las fuerzas separatistas por medio de su identificación con el terrorismo, intentando ligar la respuesta a sus actividades con la lucha contra este fenómeno global. Si bien es cierto que determinados grupos islámicos del lugar mantienen conexiones exteriores y quedan unidos de un modo unívoco con organizaciones internacionales terroristas como Al Qaeda- enviando individuos a luchar a escenarios bélicos como Afganistán o Siria- muchos otros nada relacionados con este tipo de colectivos también han sufrido una notoria represión propiciada gracias a este cambio de percepción política en el contexto mundial (Pulsa aquí para acceder a todo el artículo)”.

Como siempre, muchísimas gracias por vuestra atención.

Un fuerte abrazo.

Sergio Delgado

Como parece que el periódico digital ha desaparecido, aquí tenéis el artículo completo:


Xinjiang es una región autónoma de China que aunque estando localizada en su periferia se conforma como la provincia más grande de esta nación. Las peculiaridades de este territorio son notorias ya sea si hacemos una comparación a partir de un nivel étnico (con un predominio Uigur) o religioso (relevancia del Islam), como a través de otro plano más centrado en la cultura o su estadio de desarrollo económico. Además podríamos añadir que a diferencia de otras zonas geográficas su integración dentro de China ha sido más tardía y el influjo de ésta sobre Xinjiang se ha venido dando con intermitencia a lo largo de su pasado. Nos ubicamos, por consiguiente, ante un espacio con unos rasgos definitorios un tanto divergentes al resto de la República Popular China y que generan serios problemas de asimilación al Estado. Unos inconvenientes manifestados de una manera heterogénea, desde una resistencia más o menos pasiva a las directrices emanadas de Pekín, hasta una oposición directa e incluso violenta en la forma de eventuales revueltas y por medio de prácticas terroristas.


El Gobierno chino establece como un fin prioritario la salvaguardia de la integridad nacional ante cualquier amenaza y actúa con rotundidad en aquellas ocasiones en las que pudiera estar mínimamente vulnerada (Tíbet, Xinjiang, Taiwán…). Es por ello que los grupos separatistas y terroristas de Xinjiang han sido tratados con dureza extrema, clara decisión y contundencia ininterrumpida, suponiendo una preocupación indeleble para el régimen autoritario imperante en este país oriental. En muchas ocasiones tales disposiciones han vulnerado flagrantemente y de manera masiva los derechos humanos de la población en esta región, extendiéndose incluso hacia hechos que nada tienen que ver con la reivindicación política, quedando más ceñidos en el orbe cultural. No es de extrañar, en consecuencia, las acusaciones de ciertas organizaciones no gubernamentales de los excesos perpetrados en el área y sobre la dificultad para evaluar las condiciones o conseguir información en dicho espacio geográfico por parte de estas entidades humanitarias. Así, se han venido denunciando variados métodos de control social realizados sistemáticamente (como el reconocimiento ocular a través de nuevas tecnologías y el almacenamiento a gran escala de muestras de ADN) o aquellas normativas que atentan manifiestamente contra la diversidad cultural (prohibición de ciertos nombres para los recién nacidos, veto de algunas formas de vestir, etc.).


La coyuntura resultante tras los brutales ataques desencadenados el 11-S ha permitido al gobierno comunista chino establecer un cerco más grande y denso a todas las fuerzas separatistas por medio de su identificación con el terrorismo, intentando ligar la respuesta a sus actividades con la lucha contra este fenómeno global. Si bien es cierto que determinados grupos islámicos del lugar mantienen conexiones exteriores y quedan unidos de un modo unívoco con organizaciones internacionales terroristas como Al Qaeda- enviando individuos a luchar a escenarios bélicos como Afganistán o Siria- muchos otros nada relacionados con este tipo de colectivos también han sufrido una notoria represión propiciada gracias a este cambio de percepción política en el contexto mundial.


A pesar de todo, la administración china ha desarrollado paralelamente un programa de medidas que favorecen a la región con el ánimo de estabilizar, normalizar y hacer más llevadero su dominio. De este modo, se facilita una inversión continuada en infraestructuras, algunas de ellas ligadas a la tan publicitada Nueva Ruta de la Seda, mientras otras están orientadas hacia el objetivo más inmediato de aumentar el nivel de desarrollo local, la inauguración del primer metro en Urunchi- la capital- pudiere ser un ejemplo. Asimismo, los uigures están beneficiados de políticas preferenciales por el hecho de ser una minoría y con el propósito de integrarles en el sistema, aquellas aplicadas en el ámbito educativo podrían ser una referencia. Como corolario, descubrimos una planificación estrictamente diseñada para la asimilación paulatina de esta parte periférica dentro de la uniformidad china y dudamos que los planes centralistas sean dificultados seriamente a corto y medio plazo.


En definitiva, es previsible que en los próximos años continúe un clima de incertidumbre, la existencia de conflictos o tensiones raciales violentas y las actuaciones terroristas vinculadas a éstas. Además, Xinjiang no ha evolucionado de una manera equilibrada, por tanto nos es posible identificar disimiles niveles de desarrollo entre el norte y sur provincial. No obstante, hemos de subrayar que la emigración intensiva organizada en las últimas décadas y protagonizada por la principal etnia china (han) ha equilibrado notablemente el número entre ésta y la uigur. A día de hoy la amenaza terrorista procedente de esta remota región supone un gran esfuerzo en seguridad puesto que estamos tratando con un Estado autoritario y atentados como el pergeñado el 28 de octubre de 2013 en la plaza Tiananmen han causado una impresión de difícil olvido a un poder central que regularmente muestra altas dosis de paranoia. 



















lunes, 30 de octubre de 2017

El ejército chino

Bienvenidos un día más a Las huellas perdidas de Odiseo, un blog de cultura y educación centrado estos últimos meses en China. Hoy comparto el enlace para un artículo sobre el ejército de este país escrito y publicado en el periódico digital Te Interesa. Aquí podéis leer un fragmento:

El Ejército de Liberación Popular presume de un dilatado periodo vital y se ha ido adaptando a las diferentes vicisitudes bajo las que ha estado sometido este territorio con el paso del tiempo. Distintos conflictos bélicos jalonan su actuación, desde la guerra de liberación nacional contra las fuerzas niponas en el intervalo de la Segunda Guerra Mundial, pasando por la liza de Corea (1950) sin descuidar el conflicto de la India (1962), hasta el más reciente choque contra Vietnam (1979)”. (Pulsa aquí para el artículo completo)

Muchas gracias por vuestra atención.

Un fuerte abrazo.


Sergio Delgado

Como parece que el periódico digital ha desaparecido, aquí tenéis el artículo completo:


En la actualidad China es la mayor potencia emergente y como tal necesita un ejército que garantice sus intereses, defendiendo de forma paralela su seguridad nacional. De ahí que el Ejército de Liberación Popular se posicione como el primero en el mundo en cuanto a número de efectivos personales. Como es evidente, estas dimensiones no aseguran por sí solas su primacía con respecto a otros rivales y Estados Unidos aún se coloca con cierta holgura como el Estado con el más grande poderío bélico. Es por ello que desde hace lustros las elites comunistas han decidido modificar el estado de las cosas, sintonizando y equilibrando esa potencialidad bélica con aquel nivel económico en vertiginosa escalada. Como consecuencia, la activación de un profundo proceso de reformas hubo de ser necesario y éste debía adaptarse en perfecta sincronía con las otras mutaciones (económicas, políticas, sociales….) que está viviendo el país. Para satisfacer este plan su presupuesto ha venido incrementándose desde la década de los noventa a un ritmo acelerado con el propósito manifestado de constituir unas fuerzas armadas de vanguardia para llegado el momento no sólo participar en una guerra, sino sobre todo ganarla.


El Ejército de Liberación Popular presume de un dilatado periodo vital y se ha ido adaptando a las diferentes vicisitudes bajo las que ha estado sometido este territorio con el paso del tiempo. Distintos conflictos bélicos jalonan su actuación, desde la guerra de liberación nacional contra las fuerzas niponas en el intervalo de la Segunda Guerra Mundial, pasando por la liza de Corea (1950) sin descuidar el conflicto de la India (1962), hasta el más reciente choque contra Vietnam (1979). La presente coyuntura hace imperativo una remodelación profunda de unos contingentes que en muchos casos estaban anticuados y obsoletos, tanto en su estructura como en los medios que tenían a su disposición. Con el ánimo de solventar esta cuestión se está procurando una modernización total de la organización, la renovación del armamento y de los recursos disponibles, además de imprimir un énfasis en la mejora de la formación de las tropas… es decir, un esfuerzo poliédrico pergeñado en todos los planos. Así, no hace mucho hemos sido testigos de la inauguración del primer portaaviones de combate propio y también podríamos señalar la presencia de los aviones furtivos o ‘stealth’ en sus hangares. En cuanto a las modificaciones en la organización se ha puesto énfasis en una reducción de tamaño- especialmente son desproporcionados sus efectivos terrestres- con una coordinación más armoniosa y complementaria de sus diferentes ramas (tierra, mar y aire). Por último, no hemos de trascordar nunca su plena operatividad nuclear y el efecto disuasorio que este hecho ofrece a sus potenciales enemigos.


El Partido Comunista Chino ha fijado como objetivos primarios la protección del solar patrio frente agresiones extranjeras y el mantenimiento de la integridad territorial de la nación. Como lógico corolario, el ejército es un actor importante en la custodia de los diferentes objetivos geoestratégicos decididos por Pekín, siendo por ejemplo clave su apoyo en la disputa del Mar del Sur de China, en la política sobre Taiwán o los últimos problemas con Corea del Norte. Asimismo, al compás del aumento de su relevancia en el orden mundial se ha producido una internacionalización de sus actividades, ya sea en el seno de la ONU a través de sus misiones en diferentes zonas del globo e incluso con los ejercicios militares compartidos con las fuerzas armadas rusas con el fin de entrenar su capacidad de cooperación y despliegue.


El control del Partido parece absoluto y el actual secretario Xi Jinping guarda un dominio incluso mayor que sus predecesores, lo que está posibilitando galvanizar las directrices de cambio en un sector que suele ser conservador, junto con la aplicación de otras medidas que responden a metas variadas como pudiere ser la lucha contra la corrupción. La máxima según la cual el partido controla la pistola es fielmente respetada, como así quedó demostrado en los fatídicos sucesos de Tiananmen de 1989. Los medios de comunicación estatales realizan un ejercicio propagandístico notable cuyos resultados favorecen a las fuerzas armadas y, por otro lado, la población recibe instrucción militar mientras está integrada en las diversas etapas del sistema educativo. Pese a ello, gran parte de la sociedad no se siente atraída por la carrera de las armas dado que puede encontrar oportunidades superiores en el sector privado, esto es especialmente flagrante en el caso de los graduados universitarios que eligen perspectivas laborales ligadas al ámbito civil.


En suma, nos ubicamos ante una transformación militar china ejecutada de modo melódico con las otras alteraciones que vive este pujante protagonista oriental. Hasta este momento se había puesto el acento en promover el desarrollo económico, ahora se anhela fortalecer una nación que todavía sufre una serie de traumas históricos por su relativamente reciente pasado colonial.



Representando a la Universidad Autónoma de Barcelona en la Feria de Educación de Pekín 2017

Feria de Educación de Pekín 2017

viernes, 15 de septiembre de 2017

La relación entre China y Japón

En esta nueva entrada de Las huellas perdidas de Odiseo vamos a proporcionar el enlace a otro artículo para el periódico digital Te Interesa que trata sobre la conflictiva relación histórica entre China y Japón. Aquí puedes leer un pequeño fragmento: 

La expansión del Imperio Japonés en Asia fue ciertamente cruenta, repleta de atrocidades grabadas a fuego dentro del imaginario colectivo chino. Episodios históricos como las masacres, violaciones y todos tipos de excesos perpetrados en Nankín pueden ser un excelente referente de los dramáticos sucesos que ahora estamos rememorando. Asimismo, señalamos cómo la guerra de liberación ha venido siendo utilizada en forma de mito fundacional de la nación contemporánea china, una herramienta empleada con fruición como medio de cohesión para toda la población” (Pulsa aquí para ver todo el artículo).

Muchas gracias un día más por vuestra atención.

Un fuerte abrazo,

Sergio Delgado

Aquí está el artículo completo:

Las relaciones diplomáticas entre China y Japón mantienen una importancia geoestratégica de primer orden tanto dentro del panorama político mundial como aquel más restringido a su limitado espacio geográfico. Aunque los lazos económicos actualmente existentes entre sendos países son muy fuertes, las divergencias políticas son capaces de generar grandes tensiones en absoluto deseables para la estabilidad de la zona. Dicha situación responde a múltiples factores, desde la elevación de China como una nueva potencia capaz de reafirmarse en todos los niveles (económicos, militares…), hasta la convulsa historia compartida de ambos actores. Para avizorar la raíz de dicha cuestión debemos sumergirnos en el pasado, desenterrando el fenómeno del colonialismo europeo y nipón en el continente asiático, subrayando enfáticamente las tropelías pergeñadas por esta última nación durante la 2ª Guerra Mundial.


La expansión del Imperio Japonés en Asia fue ciertamente cruenta, repleta de atrocidades grabadas a fuego dentro del imaginario colectivo chino. Episodios históricos como las masacres, violaciones y todos tipos de excesos perpetrados en Nankín pueden ser un excelente referente de los dramáticos sucesos que ahora estamos rememorando. Asimismo, señalamos cómo la guerra de liberación ha venido siendo utilizada en forma de mito fundacional de la nación contemporánea china, una herramienta empleada con fruición como medio de cohesión para toda la población. Tanto es así que hoy en día este relato atesora una transcendencia fundamental dentro del sistema educativo planificado desde Pekín y beneficiado incluso de un enorme éxito popular, como así queda atestiguado con las producciones audiovisuales de ficción sobre el periodo que diariamente son emitidas en televisión. Del mismo modo, los libros de historia suministrados en los colegios japoneses han ocasionado reiteradamente roces diplomáticos entre una y otra nación por esa visión más benévola que se intenta transmitir del avance militar japonés durante el siglo pasado en Asia.


Por otro lado, esta animosidad difícilmente velada ha hecho presencia en los choques fronterizos dentro del Mar de Sur de China y al compás de ciertas reivindicaciones que los dos Estados sostienen en cuanto a una serie de islas llamadas Senkaku/Diaoyu, según el contendiente en cuestión con el cual estemos tratando. Además no podemos trascordar cómo en estos últimos tiempos la rebelde e incluso estrambótica actuación de Corea del Norte, cuyas reiteradas pruebas nucleares suponen un desafío internacional constante, origina una potente fuente de fricciones cuyas repercusiones superan en relevancia el marco regional al que inicialmente debieran quedar circunscritas. Es imperativo tener en cuenta que la actuación del régimen de Pyongyang implica una amenaza nuclear directa para los japoneses y que el mayor respaldo concedido hasta el momento a este peculiar país ha sido dado por China, una nación con unas claras cuentas pendientes e inequívocos sentimientos de revancha contra los nipones.


En definitiva, las relaciones entre China y Japón distan mucho de ser fáciles, resultando sencillo imaginar discordias o recelos mutuos a corto, medio y largo plazo. El deletéreo comportamiento de las fuerzas de ocupación niponas durante un pasado relativamente cercano hace que el espíritu de resarcimiento en una potencia ascendente como la china se sienta con vehemencia. A pesar de que este sentimiento es fomentado desde arriba entre la población china, como herramienta de legitimación del Partido Comunista Chino, dicha sociedad no tiene que ser espoleada en exceso para dar rienda suelta a una animadversión en absoluto ocultada. El nuevo panorama internacional alumbrado en los últimos años, hijo del estancamiento nipón y la bonanza china, ha suscitado el replanteamiento de una política militar japonesa firmemente orientada hacia el pacifismo desde el fin de la Segunda Gran Guerra. La posibilidad de una carrera armamentística dentro de este contexto espacial es una hipótesis probable si el errático proceder de Corea del Norte sigue su curso, siendo factible un lógico corolario: el desarrollo de un programa japonés de armamento nuclear propio.





Templo del Cielo en Pekín

sábado, 1 de julio de 2017

El Partido Comunista Chino

Hola, un saludo a todos y bienvenidos a otra entrada de Las Huellas Perdidas de Odiseo. Nuevamente os facilito un enlace de un artículo para el periódico digital Te Interesa y que trata sobre el Partido Comunista Chino. Aquí podéis leer una parte: 

"El Partido ha sabido ampliar su base social precisamente con el primer enemigo del proletariado y los más ínclitos representantes del capitalismo: los empresarios. Desde 2002, tras el preceptivo cambio constitucional de rigor, queda autorizado a la capa empresarial integrarse dentro de las filas del Partido Comunista. El propósito de coaptar el potencial mayor adversario del Estado comunista ha sido cumplido a la perfección y ahora son estos nuevos capitalistas quienes conforman uno de los más sólidos apoyos de la República Popular China" (Pulsa aquí si quieres leer todo el texto)

Muchas gracias como siempre por vuestra atención.

Un fuerte abrazo,

Sergio Delgado

Aquí está el artículo completo:


El Partido Comunista Chino se enfrenta a la espinosa tarea de mantenerse en el poder en un contexto histórico y tras una evolución política que hace un poco complejo el logro de dicho objetivo. Y es que la nueva sociedad que está surgiendo en este país asiático supone un desafío para un sistema socialista, por mucho que éste haga hincapié en sus especiales características chinas. Paradójicamente, dicha situación responde a la propia actuación y medidas de las elites comunistas en el gobierno de los últimos años. Es este escenario en donde debemos encuadrar la decisión tomada por Deng Xiaoping tras la muerte de Mao de priorizar el crecimiento económico, permitida para ello la liberalización, con una consecuente apertura de esta nación y abandonando la eterna lucha de clases que había caracterizado el inmediato periodo anterior. Aunque tal camino ha propiciado un milagro económico que asombra prácticamente a todo el mundo e incluso representa un modelo a seguir para cierta parte de él, también deja una serie de retos para sus artífices de una esquiva solución.


Ya en 1989 el régimen hubo de afrontar una gran crisis con los luctuosos sucesos acontecidos en la célebre plaza Tiananmen y a través los cuales fue demostrada paladinamente la lealtad de un Ejército Popular de Liberación hacia el Partido Comunista. Hemos de considerar que las fuerzas armadas son fieles al Partido Comunista y no al Estado, siendo éste un factor fundamental para el sostén y reproducción del sistema. Una estabilidad que es buscada en todos los órdenes, tanto para que la propia capa dirigente se perpetúe en una posición de dominio, como con el ánimo de no perturbar un crecimiento económico perseguido de manera un tanto obsesiva. Además, los espectaculares resultados producidos en la economía se erigen como el principal argumento legitimador del especial e idiosincrásico comunismo imperante en China y cuya principal característica es su adaptabilidad a las diversas circunstancias del momento en aras de su propia supervivencia.


Por otro lado, el Partido ha sabido ampliar su base social precisamente con el primer enemigo del proletariado y los más ínclitos representantes del capitalismo: los empresarios. Desde 2002, tras el preceptivo cambio constitucional de rigor, queda autorizado a la capa empresarial integrarse dentro de las filas del Partido Comunista. El propósito de coaptar el potencial mayor adversario del Estado comunista ha sido cumplido a la perfección y ahora son estos nuevos capitalistas quienes conforman uno de los más sólidos apoyos de la República Popular China. La explicación resulta sencilla si tenemos en cuenta los deseos de un contexto tranquilo en el cual sea viable desarrollar sus actividades sin perturbaciones políticas o sociales.


En cuanto a las masas, éstas son adoctrinadas desde su juventud con un sistema educativo profundamente doctrinario, protegidas en su madurez gracias a la censura de unos medios de comunicación controlados por el gobierno y alimentadas de continuo con grandes dosis de un siempre útil nacionalismo. La mejora de tanto la calidad de vida como del nivel de instrucción disfrutado por la población no se ha plasmado en un salto paralelo de las ansias de ‘libertad’ de los ciudadanos chinos. A este respecto sería conveniente recordar que estamos analizando una cultura diferente a la occidental, con distintos anhelos, mentalidades y tradiciones, los cuales en muchos aspectos son capaces de igualarse o superar a nuestra particular visión de las cosas.


En fin, el Partido Comunista Chino lleva más de sesenta años en el poder y pensamos que este escenario va a perdurar durante bastante tiempo. Es más, si de algo se ha caracterizado siempre la civilización china es por la búsqueda del equilibrio y de la permanencia del orden establecido. A pesar de que la globalización y la revolución tecnológica suponen unos retos nada desdeñables para este Estado comunista, hasta ahora viene soportando todo un tsunami de cambios sin excesivas dificultades. Lejos de debilitarse, algunos podrían observar un régimen más fortalecido que en un pasado más reciente, con una misión que todavía subraya como primordial el desarrollo económico del país y desde una ideología orientada decididamente al pragmatismo. El aumento de la productividad, potenciar la innovación autóctona, mitigar los problemas medioambientales, etc. son algunas de las intenciones dictaminadas por unos líderes que todavía se reconocen como comunistas. O, al menos, eso dicen ellos.